Las consultas en nuestra farmacia relacionadas con las molestias debidas a gases intestinales o flatulencias son bastantes frecuentes. Como farmacéuticos nuestra labor es conocer lo mejor posible el origen del problema en cada caso particular para ofrecer el consejo más adecuado. La acumulación excesiva de gases puede tener un origen gástrico o intestinal. En el primer caso se expulsan por la boca y en el segundo por vía anal. Aunque la acumulación de gases no suele suponer un problema grave en la mayoría de los casos sí que pueden resultar muy molestos a quienes padecen este problema.
La alimentación y los gases
La cantidad diaria de gases que se producen en nuestro intestino es muy variable y depende de diversos factores: del aire que tragamos al comer y beber; de los alimentos que tomamos; o de las bacterias que habitan en nuestro intestino (microbiota intestinal).
El tipo de alimentación y la diferencia en la composición de la microbiota intestinal hace que determinadas personas produzcan más gases que otras y que determinados alimentos ocasionen una mayor flatulencia en unas personas que en otras.
¿Qué alimentos producen más gases?
Entre los alimentos que favorecen la producción de gases se encuentran:
- Las legumbres, especialmente las que son más ricas en fibra (judías, garbanzos, habas, etc.).
- Ciertos cereales integrales.
- Alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, pastas, patata, etc.)
- Determinadas verduras como el repollo, coles de Bruselas, coliflor.
- El exceso de gases también pueden ser síntoma de intolerancias alimentarias como la intolerancia a la lactosa.
- Las bebidas gaseosas, y ciertas bebidas alcohólicas como la cerveza y el vino, también pueden provocar la acumulación de gases.
¿Qué podemos hacer para combatir los gases?
Para evitar la producción excesiva o molesta de gases se pueden tomar distintas medidas básicas como:
Realizar cambios en la alimentación evitando el consumo excesivo de alimentos que provocan una mayor producción de gases.
- Eliminar el consumo de bebidas gaseosas.
- Aumentar la actividad física. El ejercicio físico mejora el tránsito intestinal y la expulsión de gases.
- Tomar probióticos. Parece que los probióticos tienen efecto beneficioso sobre la acumulación de gases.
- Tratamiento farmacológico de los gases. En la farmacia puedes encontrar distintos fármacos para combatir los gases. Procinéticos, dimeticona, carbón activado, espasmolíticos, etc. Consulta a tu farmacéutico sobre los más adecuados según tu caso particular.
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