Tomar el sol es saludable ya que es muy importante para la producción de vitamina D. Sin embargo, la exposición al sol debe realizarse de forma moderada y si lo vamos a hacer durante un tiempo más prolongado debemos protegernos con las cremas adecuadas.
Los protectores solares ayudan a prevenir que los rayos ultravioleta (UV) incidan sobre nuestra piel. Los rayos UVA y UVB además de aumentar el riesgo de cáncer de piel son los principales responsables del envejecimiento prematuro y la pérdida de elasticidad en la piel.
En el mercado podemos encontrar una amplia oferta de protectores solares. Pero, ¿qué crema solar es la más adecuada?
Debemos tener en cuanta que cada tipo de piel necesita una protección solar dependiendo de sus características y según las necesidades específicas de protección. No es lo mismo exponerse al sol en la playa o piscina que si únicamente van a ser unos minutos. También hay que considerar la localización geográfica, ya que el sol no incide con la misma intensidad en todas las zonas, y tener en cuenta la época del año.
Para escoger la crema solar que mejor nos proteja hay que tener en cuenta entre otros factores:
- El fototipo de nuestra piel. El fototipo define como va a responder la piel de una persona a la exposición al sol. Los dermatólogos han definido seis fototipos (I-VI) que abarcan desde pieles muy blancas hasta la piel negra. Para cada uno de ellos es necesario utilizar un protector solar con un factor de protección (FPS) determinado que va a depender de la estación del año y el tiempo de exposición solar. Si no tienes claro cuál es tu fototipo de piel puedes pedir asesoramiento en la farmacia para que te ayuden a determinarlo.
- 2. El factor de protección solar. El FPS es una medida de la capacidad que tiene un protector solar para evitar que los rayos UVB dañen la piel. En otras palabras, es una clasificación que nos sirve para medir el tiempo que podemos estar expuestos al sol sin quemarnos.
¿Cómo podemos calcularlo? Teóricamente si tu piel tarda 20 minutos en comenzar a ponerse roja cuando no usas protección, al utilizar una crema solar con PFS15 tardaría unas 15 veces más, es decir unas cinco horas. Pero esto no es tan sencillo y aunque no te quemes puedes sufrir una insolación o un golpe de calor ya que cinco horas es una exposición excesiva.
Además hay que tener en cuenta que ningún protector solar continua siendo eficaz si no se aplica cada dos horas. Por otro lado, el enrojecimiento de la piel se produce como consecuencia de la radiación UVB. Y, ¿qué pasa con el daño que puede provocar la radiación UVA?
- Siempre es recomendable utilizar un filtro solar de amplio espectro que proteja de ambas radiaciones, UVA y UVB.
Cada vez estamos más concienciados de los efectos nocivos de la radiación solar y que es imprescindible utilizar cremas protectoras cuando nos exponemos al sol. De hecho los dermatólogos recomiendan el uso de protectores solares no únicamente durante los meses de verano sino de forma diaria. Ten en cuenta que cada piel necesita una protección solar dependiendo de sus características, del tiempo de exposición solar que vayas a tener y de la intensidad de la misma. Elige la más adecuada para ti y disfruta del sol sin perjudicar a tu piel.
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