La gran variedad de alimentos frescos que encontramos durante los meses de verano hacen que sea muy fácil y rápido elaborar recetas frescas, ligeras y nutritivas que nos ayuden a cuidar nuestra alimentación y mantenernos hidratados.
Además, las altas temperaturas hacen que cambiemos la forma de cocinar los alimentos ya que apetecen menos las comidas calientes (como sopas, cremas o guisos) y nuestro cuerpo nos pide comidas más frescas y poco pesadas.
¿Cómo llevar una dieta equilibrada y nutritiva en verano? Os dejamos algunas ideas:
- El desayuno sigue siendo fundamental para afrontar el día.
Suministrar a nuestro cuerpo la energía que necesita para empezar el día es fundamental. Si bien con las altas temperaturas podemos cambiar algún hábito. Un desayuno saludable de verano debe tener:
- Fruta (una pieza pequeña de fruta de temporada fresquita del frigorífico).
- Tostada de pan integral con un chorrito de AOVE.
- Proteína: un trozo de queso fresco o jamón cocido extra.
- Si al pan añadimos tomate en rodajas o rallado, más vitaminas para nosotros.
- Café con leche desnatada o yogur desnatado.
- Almuerzos nutritivos, ligeros y frescos.
- Toma legumbres 2-3 días en semana. En lugar de guisos ponlas en ensalada, están buenísimas y son un aporte de proteína, glúcidos, fibra, vitaminas y minerales.
- Ensaladas de pasta fría (máximo 2 días semana). Todo lo que podéis añadir lo comentamos a continuación en las verduras frescas.
- Verduras frescas. Hay muchas opciones para comer verduras. Os damos algunas sugerencias. Las ensaladas variadas son perfectas tanto para combinar con legumbres como con otras fuentes de proteína (carnes y pescados). Lechuga y otras hojas verdes; tomates; zanahorias; pimiento; maíz. Puedes añadir algún fruto seco (sin freír) como nueces, piñones, pistachos, etc. También se puede añadir fruta fresca: manzana, piña, etc.
- Cenas ligeras.
Para las cenas la recomendación principal es que sean ligeras y se hagan al menos dos horas antes de acostarnos. Por la noche es mejor reducir el aporte de hidratos de carbono. Podemos realizar cenas con combinaciones de:
- Carnes o pescados en escabeche o a la plancha. También podemos optar por productos ya preparados de pescados enlatados. Simplemente consulta la etiqueta para que no lleven azúcar añadido (en la etiqueta pondrá: azúcares, almidón, glucosa, jarabe de fructosa, etc.) ni grasas saturadas.
- A algunas personas las verduras frescas les resultan un poco indigestas por las noches. Si es vuestro caso podéis optar por verduras cocinadas pero en frío: ensalada de pimientos, crema fría de tomate, crema fría de coliflor, ensaladas de judías verdes, etc.
- Queso fresco o yogur con frutos secos (nueces o almendras), otra fuente importante de proteínas, ácidos grasos saludables y minerales.
La fruta debe ser nuestro postre en cada una de las comidas principales, además de la mejor opción y la más saludable para cualquier picoteo entre comidas. El verano nos permite elegir entre una gran variedad de frutas muy apetecibles, todas ellas ricas en vitaminas, minerales, además del agua que necesita nuestro organismo.
Cuídate y disfruta del verano siguiendo una dieta fresca, equilibrada y nutritiva.
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