En múltiples ocasiones hablamos de virus y bacterias de forma conjunta o asociada ya que ambos son agentes infecciosos, aunque para nada son lo mismo ni afectan o influyen en nuestro organismo de igual forma.
Hoy desde Farmacia López Ruíz Cátedra realizamos un recorrido por el concepto y curiosidades varias en el mundo de los virus y bacterias con objeto no sólo de conocerlos mejor, sino de diferenciarlos y saber cómo actuar en cada caso.
Identificar y saber de qué hablamos cuando nos referimos a virus y bacterias.
Lo más oportuno para no sólo saber en qué consiste cada uno sino cuáles son sus diferencias, es enumerarlas y confrontarlas en forma de breve listado:
- Partimos de la base de que a nivel biológico, son absolutamente diferentes. Una bacteria es un ser vivo unicelular mientras que el virus no está considerado como tal sino como una partícula infectiva de naturaleza orgánica.
- Mientras que un virus necesita invadir una célula de otro organismo para poder existir, la mayoría de las bacterias viven libremente sin necesidad de «infectar» a otro ser vivo, es decir, casi todas salvo algunas excepciones, no son patógenas, cuando por contra, los virus sí lo son pues necesitan infectar a otras células para garantizar su permanencia.
- El tamaño también es diferente, pues las bacterias son de mayor tamaño que los virus, hasta 100 veces mayores, sin embargo hay infinitamente más cantidad de virus que de bacterias.
- Podemos contrarrestar bacterias con antibióticos, sin embargo, estos no servirán de nada frente a los virus por el simple hecho de que ya de por sí, el virus no está vivo, por lo que no puedes buscar «matarlo» hablando de forma coloquial y cercana. Tendremos por tanto en estos casos que esperar a que nuestro propio organismo reaccione y les haga frente.
- La forma de multiplicar su existencia también es diferente. Cuando hablamos de bacterias, hablamos de reproducción asexual mediante división celular que acaba formando otras células de contenido genético idéntico. Por contra, un virus no se reproduce sino que se copia a sí mismo, eso sí, gracias a la estructura celular de la célula en que se encuentran como parásitos, haciendo uso de ella para crear réplicas.
- En nuestro intestino, por ejemplo, pueden cohabitar miles de especies diferentes de bacterias que actúan de forma absolutamente beneficiosa y necesaria para su protección y correcto funcionamiento. La presencia en nuestro organismo de un virus de los que pudiera afectar a la especie humana siempre genera si se multiplica lo suficiente, un ataque a nuestra salud.
En cualquier caso, como bien recomendamos a los clientes que acuden a nuestra Farmacia López Ruíz Cátedra, ante la presencia de virus y bacterias que pudieran perturbar nuestra salud, siempre se ha de poner en conocimiento de un médico para que determine de qué se trata y cómo proceder.
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