La diabetes (diabetes mellitus) es una enfermedad metabólica en la que el páncreas no produce o deja de producir de manera eficiente insulina, la hormona que regula la cantidad de glucosa en sangre y su entrada a las células. También se puede producir por alteraciones de distintas vías metabólicas que impiden la actuación eficaz de la insulina.
Casi 500 millones de personas tienen diabetes a nivel mundial, los datos de la Sociedad Española de Diabetes estiman que para 2045 habrá 700 millones de personas diabéticas en el mundo. Debido a las importantes complicaciones asociadas a esta enfermedad el diagnóstico precoz y la implementación de los tratamientos adecuados se resaltan como aspectos urgentes a tratar y controlar.
Para un correcto control de la diabetes es imprescindible distinguir entre de qué diabetes estamos hablando. La diabetes tipo 1 se produce debido a la destrucción autoinmune de las células del páncreas que producen la insulina, las células beta. Por tanto, estos pacientes no producen insulina, lo que puede ser letal para ellos, y requieren de insulinoterapia (tratamiento con insulina). Existen también la diabetes monocitogénica (alteración de un gen y déficit de producción de insulina en las células beta); diabetes gestacional, que aparece en el embarazo; la diabetes secundaria asociada al uso de corticoides o por alguna enfermedad pancreática y, por último, la diabetes tipo 2, que supone entre el 75 y el 80% de los casos de diabetes mellitus.
La diabetes tipo 2 se puede deber a defectos en múltiples vías fisiológicas como son la insuficiencia de células beta, la acumulación de grasa, la inflamación, la resistencia a insulina o la señalización disfuncional de la misma. Su desarrollo y aparición se ha asociado claramente a la obesidad, el sedentarismo y una alimentación incorrecta. Para el tratamiento de la diabetes tipo 2 existen hasta doce clases distintas de fármacos.
La diabetes tipo 1 es prácticamente imposible de prevenir una vez se han identificado anticuerpos frente a las células beta, sin embargo, la diabetes tipo 2, cuya mayor incidencia está asociada a hábitos de vida poco saludables, sí puede prevenirse. Debido a que es un importante problema de salud pública se han realizado numerosos estudios para evaluar la eficacia de intervenciones farmacológicas o de estilos de vida para su prevención. Se ha destacado la importancia de la intervención en “prediabetes”, es decir, cuando una persona (niño, joven o adulto) presenta niveles elevados de glucosa en sangre en ayunas (pero por debajo del umbral diagnóstico de la diabetes), o a las 2 h de ingerir alimento, o de HbA1c. La HbA1c es la hemoglobina glicosilada que mide el nivel promedio de glucosa en sangre en un período de meses y se usa para identificar la diabetes tipo 2 y la prediabetes.
Cuidados de las personas diabéticas
La diabetes es una enfermedad que lleva aparejadas complicaciones importantes. Para mejorar el control en los pacientes de diabetes tipo 1 mediante tratamientos de insulina (insulinoterapia) es necesario frecuentes medidas de glucosa al día. Estos se pueden realizar por el propio paciente de forma manual con un glucómetro de venta en farmacias. Sin embargo, con el fin de llevar un control preciso se han desarrollado dispositivos de monitorización continua de la glucosa que permiten poder regular de forma precisa el tratamiento de los enfermos. Estos sensores se colocan en el paciente, normalmente en el brazo (hombro) y permiten realizar un seguimiento de distintos parámetros metabólicos. Algunas personas pueden presentar localmente irritación, edema o eritema en la zona de inyección del sensor, aunque son poco frecuentes y con escasa importancia.
La medición de los niveles de azúcar (glucosa en sangre) también puede realizarlos de forma puntual o con cierta periodicidad en su farmacia de confianza. Es una prueba muy sencilla, pregunte a su farmacéutico si tiene alguna duda. Si de forma repetida presenta niveles altos de glucosa en sangre le recomendamos que acuda a su médico de atención primaria para que le realice una analítica en sangre y un estudio completo.
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